La mujer a la cual se le ha perdonado la deuda gozaba de una vida normal percibiendo ingresos regulares, hasta que, hace más de cinco años, sufrió un grave accidente de tráfico a raíz del cual se le diagnosticó numerosos daños físicos reconociéndole la incapacidad total permanente. El cambio fue tan grande que tuvo que dejar su trabajo, percibiendo con su nueva situación aproximadamente 600 euros mensuales.
Así fue como la protagonista contactó con nosotros, debido a una situación desesperada en la que la disminución de ingresos sumado a la falta de poder desarrollar su vida con normalidad llevó a la actora a una situación en la que le era totalmente imposible hacer frente a las obligaciones contraídas, quedándole una deuda de más de 30.000 euros sin poder liquidar.
Alegando lo expuesto anteriormente, el profesional encargado consiguió la exoneración del pasivo insatisfecho, a los pocos días de la presentación de la demanda fue declarado en concurso sin masa. Finalmente, le fue concedido el perdón de todas sus deudas.
Con esta nueva resolución se pone de manifiesto que, la aplicación de la Ley de la Segunda Oportunidad no afecta sólo a empresarios, sino que también a personas físicas que, en determinadas circunstancias como la anteriormente expuesta, no puede hacer frente a sus deudas.